Según Seligman, la depresión se aprende...y se produce cuando los individuos asumen que sus fracasos se deben a acontecimientos incontrolables y creen que continuarán fracasando mientras esas situaciones sigan más allá de su control: la depresión se produce porque esas personas creen que son incapaces de controlar su propio destino; las personas aprenden que los eventos son independientes de su conducta. Seligman, en los años 70, denominó indefensión aprendida a la expectativa de que los acontecimientos son incontrolables.
La indefensión puede producirse tras varios tipos diferentes de experiencias incontrolables. Sin embargo, se produce habitualmente una depresión grave cuando las personas atribuyen sus fracasos a factores personales (se perciben como incompetentes), globales (en muchas situaciones) y estables (es improbable que cambie su incompetencia).
La indefensión aprendida produce en las personas deterioro motivacional (incapacidad de iniciar una conducta voluntaria), deterioro intelectual (la expectativa de incontrolabilidad sobre los acontecimientos presentes hace que no nos podamos beneficiar de experiencias futuras, como en la fábula del elefante encadenado) y alteraciones emocionales (incompetencia, frustración, depresión).
En el siguiente vídeo podéis ver cómo se genera indefensión aprendida a un grupo de estudiante y algunos efectos descritos.
Mejor es la esperanza; pues produce paciencia, arma fuerte contra la decepción temprana. Miguel Ángel Retana Zamora
Bibliografía:
-Klein, S.B. Aprendizaje. Ed. Mc Graw Hill. 1994
Jesús Mendieta Martínez
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