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El Código de la Bondad I: Mujer frente al espejo

La mayoría de las mujeres se ven forzadas, de forma directa o indirecta, a asumir una serie de creencias, actitudes y roles con respecto a su comportamiento y hacia su propio cuerpo, con la falsa creencia de que si son fieles a este estilo de pensamiento y conducta se socializarán de forma adecuada y conseguirán satisfacción y felicidad: es el llamado "Código de la Bondad". Este código de conducta, definido por varios mandatos (de género), para supuestamente socializarse adecuadamente, representa una trampa y una amenaza, tanto para el crecimiento personal de una mujer como del colectivo, situándolo en una posición de inferioridad y sumisión, en la que en el fondo, muchas mujeres no actúan para conseguir bienestar o verdadera satisfacción consigo mismas sino principalmente para no sentirse avergonzadas o culpables respecto a otros/as; porque si la mujer decide alejarse de este código rígido de conducta va a notar casi inevitablemente sentimiento de culpa y se va a "sentir mala".

¿Cómo reconocer este mandato?

El primer mandato de este código dicta lo siguiente: "Una mujer valiosa debe ser atractiva" o "El valor de una mujer se mide por su apariencia"; estas son algunas consecuencias negativas derivadas de la asunción de esta creencia:

- Se vuelve esclava de su imagen.

- Se encuentra incómoda cuando se mira al espejo.

- La mujer será atractiva principalmente para aquellos/as que valoren el rol tradicional de la mujer, que es un rol secundario.

- Frustración y sensación de vacío cuando no se consigue el ideal.

- Rechazo hacia el propio cuerpo y por tanto, hacia la propia persona.

- Su autoestima depende de la imagen física.

- Competirá con otras mujeres.

- Notará inseguridad respecto a sus relaciones.

- No sentirse orgullosa por la edad que una tiene, por la sabiduría que adquiere por su experiencia.

- Puede llegar a pensar que si no tiene éxito en la vida se debe exclusivamente a su imagen corporal. 

- Si se es muy exigente con el cuerpo no se es capaz de valorarlo y disfrutarlo, solo sirve para "conseguir" cosas.

¿Cómo superar este mandato de género?

Es importante abandonar dicho código y sustituirlo por el llamado "código del equilibrio" que propone una forma diferente de socialización, menos basada en obtener la aprobación de los demás y, más dirigido a satisfacer las verdaderas necesidades para lograr bienestar y crecimiento personal. Estas son algunas actitudes y ejercicios alternativos que, propuestos desde este nuevo código, pueden servir para superar la constante preocupación por el cuerpo y la imagen:

- La satisfacción con la propia imagen está relacionada con la autoestima personal: si trabajas tu autoestima (autodiálogo mental) conseguiras satisfacción con tu imagen.

- El rechazo por el propio cuerpo aparece en muchas ocasiones por el novio hábito de compararse excesivamente con otras personas.

- Prestar atención a las sensaciones que envía el cuerpo (hambre, placer, fatiga) y atenderlo.

- Valorar la salud por encima de la apariencia e interiorizar que el valor personal no depende de la apariencia.

- Aceptar las limitaciones y los defectos que todos/as tenemos.

- Valorar el paso del tiempo que permite acumular experiencia para centrarte en lo importante.

- Detectar las creencias equivocadas sobre la propia imagen y modificarlas.

- Crear un modelo de belleza compatible con el bienestar mental y corporal, dando mayor importancia a la aceptación de las propias características individuales que a los mandatos sociales.

- Desarrollar una estética personal de forma coherente.

- Si miras mucho el espejo reducirlo, si se huye de él afrontarlo para conectar con una misma, no para juzgarlo.

Y es que ni el verdadero valor de una mujer ni de un hombre realmente se mide por su apariencia:

Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos. François de la Rochefoucauld

Bibliografía recomendada:

-  Bepko, Claudia, Krestan Jo-Ann. ¿ Por qué las mujeres no saben decir no?. Editor S.A. Javier Vergara

-  Freedman, Rita. Amar nuestro cuerpo. Paidós Ibérica, 1991.

Jesús Mendieta Martínez


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Comentarios: 1
  • #1

    Belén GC (sábado, 12 agosto 2017 06:08)

    Hola. Qué cierto lo que dices!. Hay q ser fuerte y valiente para decir: Basta con la imagen que queréis que tenga, basta con el rol que queréis q desempeñe. Saludos.