12 mitos en relación al género masculino (El corsé en la construcción de la masculinidad)

Antecedentes

El antropólogo John Money propone en 1955 el término "rol de género" para describir los comportamientos asignados a los hombres y a las mujeres desde la sociedad. En 1968, el psicólogo Robert Stoller conlcuye que la "identidad de género" no está determinada por el sexo biológico, sino por el hecho de haber vivido experiencias, ritos y costumbres atribuidos a un género y otro, desde que nació.

Desde la Psicología, el género es una construcción psicosocial de lo masculino y lo femenino. Personas biológicamente diferentes se convierten en hombres y mujeres cuando adquieren los atributos que cada sociedad describe como "propios" de lo masculino y lo femenino.

 

Dentro de la categoría de género podemos distinguir:

- La asignación de género: según la apariencia externa de sus genitales.

 

-La identidad de género: cuando un infante adquiere el habla ya es capaz de verse como perteneciente al grupo de lo masculino o de lo femenino.

 

-El rol de género: conjunto de mandatos, prohibiciones, aprobaciones, expectativas etc., acerca de cuál es el comportamiento social adecuado para la persona de un determinado sexo. Cuando estos comportamientos se vuelven rígidos aparecen los "estereotipos".

 

Algunos mitos y creencias en relación al género masculino son

1. La masculinidad es la forma más valorada de la identidad genérica.

 

2. El poder, la dominación, la competencia y el control son esenciales como prueba de masculinidad.

 

3. La vulnerabilidad, los sentimientos y las emociones en el hombre, son signos de feminidad y deben ser evitados.

 

4. El control de si mismo y el control sobre los otros son esenciales para que el hombre se sienta seguro.

 

5. Un hombre que "pide ayuda" o "trata de apoyarse" en otros, muestra signos de debilidad, vulnerabilidad e incompetencia.

 

6. El pensamiento racional y lógico del hombre es la forma superior de inteligencia para enfocar cualquier problema.

 

7. Las relaciones interpersonales que se basen en sentimientos, intuiciones y contacto físico, son consideradas femeninas y deben ser evitadas.

 

8. El éxito masculino en las relaciones con las mujeres está asociado a la "subordinación de la mujer" a través del uso del poder y el control de la relación.

 

9. El ejercicio de la sexualidad es el principal medio para probar la masculinidad, la sensualidad y la ternura son consideradas femeninas y deben ser evitadas.

 

10. La intimidad con otros hombres debe ser evitada, porque: (a) lo vuelve vulnerable y lo pone en desventaja en la competencia por las mujeres. (b) puede implicar afeminamiento y homosexualidad.

 

11. El éxito masculino en el trabajo y la profesión son indicadores de su masculinidad.

 

12. La estima del hombre se apoya primariamente en sus logros y éxitos obtenidos en la vida laboral y económica.

 

En la sociedad de hoy en día, el varón se ve impulsado a construir su identidad por la vía negativa, es decir, evitando todo lo que pueda ser definido como femenino. El miedo a lo femenino se convierte en el eje alrededor del cual se estructura su identidad y de ésto acaba siendo víctima el hombre también.

Por tanto el hombre sale muy perjudicado, y es que no es muy difícil imaginar hacia que esfuerzos y tipos de comportamientos se conduce a los hombres cuando tienen que asumir todos esos mandatos, expectativas y estereotipos y, cómo identificarse plenamente con esta forma rígida de "ser un hombre" está muy relacionado con el sufrimiento psicológico del varón y con bastantes de los conflictos de nuestra sociedad.

La masculinidad obsesiva es siempre fuente de conflictos y de tensiones. Obliga a ponerse una máscara que simule una superpotencia y una independencia matadoras. Y cuando cae la máscara se descubre un bebé que tiembla. David Gilmore.

Jesús Mendieta Martínez


Escribir comentario

Comentarios: 0